Nuestro propósito es contribuir a reducir el impacto de las enfermedades cardiovasculares en nuestro medio y generar prosperidad, liderando la investigación, la innovación y la formación en esta disciplina dentro del marco nacional e internacional.
Para conseguirlo, nuestra misión es el desarrollo de acciones cooperativas de excelencia en el doble ámbito de la investigación cardiovascular traslacional y de la formación. Dichas acciones se dirigen a la explotación, la atracción y retención del talento, debiendo derivar en el esclarecimiento de los mecanismos de las enfermedades cardiovasculares y en beneficios trasladables al diagnóstico, la prevención, la curación o la paliación de esta patología y sus secuelas. También deben contribuir a la prosperidad de nuestra sociedad, ayudando a proteger la salud de la ciudadanía, contribuyendo a la generación de empleo y apoyando el desarrollo de la industria biomédica dentro de nuestras fronteras.
La misión del CIBERCV se centra esencialmente en su responsabilidad de producir conocimiento trasladable a la salud y a la prosperidad: identificando problemas en las poblaciones y los individuos, para buscar después en la investigación soluciones prácticas, que, tras ser aplicadas, habrá que mejorar con nuevas investigaciones.
En concreto, hemos enfocado nuestra labor al estudio del daño del músculo de corazón y de sus principales consecuencias, para profundizar en los mecanismos moleculares y genéticos involucrados en la insuficiencia cardíaca y en la muerte súbita, y poder así desarrollar herramientas dirigidas a la caracterización, prevención y tratamiento de este problema.
Íntimamente relacionadas con lo anterior, las alteraciones de las arterias y de las estructuras responsables de la integridad del sistema cardiovascular y de su interacción con la sangre están todavía rodeadas de incertidumbre, y protagonizan también la mortalidad cardiovascular, por lo que su abordaje es también una prioridad de nuestra misión investigadora y formativa.
El dinamismo, y la estrecha conexión genética y ambiental de las enfermedades cardiovasculares, hacen prioritaria la necesidad continua de desarrollar estudios sobre el impacto poblacional que tienen en nuestro medio concreto. Es prioritario también perfeccionar instrumentos que permitan establecer fiablemente el riesgo de enfermedad cardiovascular en los ciudadanos sin síntomas, así como su pronóstico en los que esta patología ya se ha establecido. Consecuente, la epidemiología cardiovascular constituye otro elemento esencial de nuestra misión.
En la sociedad del bienestar que nos protege, la precisión de las acciones médicas está siendo catapultada de forma vertiginosa por los avances tecnológicos; lo que exige el estudio y desarrollo de biomarcadores moleculares, genéticos y estructurales que personalicen con exactitud las decisiones diagnósticas y terapéuticas. Todo lo cual constituye finalmente una responsabilidad ineludible dentro de nuestra misión.
VALORES
Hemos trabajado juntos con el mismo objetivo desde hace mucho tiempo. Al cabo, el mestizaje de las personalidades y las trayectorias de los que formamos el CIBERCV dibujan un estilo de actuación, una forma de ser, que identifica a nuestro conjunto y que queremos compartir con quienes se hayan acercado a este espacio. Este estilo se concreta en las siguientes características o valores:
En un marco altamente competitivo y económicamente hostil, que involucra al Sistema Nacional de Salud y a las principales estructuras científicas de España, somos conscientes de la enorme oportunidad que supone la clara apuesta por nuestra disciplina dentro de la estructura general de excelencia que es el CIBER. Somos esencialmente responsables, y hemos elegido este valor, y la consecuente obligación de rendir cuentas a las instituciones y a la sociedad, como el eje principal de nuestro esfuerzo.
Nuestra pasión por la ciencia cardiovascular no nos distrae de nuestra verdadera razón de ser: la salud y el bienestar de las personas y de sus allegados. La base principal de nuestro proyecto no es la curiosidad ni la notoriedad, sino el conocimiento profundo de la enfermedad y de los sufrimientos consecuentes, para intentar ponerles fin. Estamos, por tanto, fuertemente comprometidos a producir un conocimiento práctico que sea trasladable a la salud cardiovascular de las personas.
Aplaudimos la forma estricta en que el Consorcio CIBER controla la utilización de la financiación y los resultados científicos de las distintas áreas temáticas y de sus grupos, y la obligatoriedad de rendir periódicamente cuentas en público de todo ello. La trasparencia es otra característica de nuestro estilo que plasmaremos en nuestra forma de gobierno y en todas y cada una de nuestras actividades: internamente, en el marco institucional y de cara a toda la sociedad.
Entendemos el talento como una integración entre la excelencia, el compromiso y la valentía, que se logra más fácilmente con el trabajo cooperativo que de forma individual o aislada. Como parte esencial de nuestra responsabilidad, hemos aplicado rigurosamente este concepto a la conformación del CIBERCV y mantendremos el mismo rigor en la obligada evaluación periódica de la continuidad de sus integrantes.
Buscamos la perfección en nuestra labor de investigación y formación, pero somos conscientes de que es difícil conseguir y mantener ese objetivo sin una renovación continua de nuestros activos. Es por ello que dirigiremos gran parte de nuestro esfuerzo a la captación y retención del talento joven, promoviendo su liderazgo. También identificaremos e intentaremos “seducir” a todos aquellos que estando fuera del CIBERCV sean mejores que nosotros: para que nos hagan más perfectos.